Hoy en día, en España hay más de 3,85 millones de personas con alguna discapacidad, según los datos de la encuesta “Discapacidad, Autonomía Personal y situaciones de Dependencia” del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone más del 8% de la población española.
A este porcentaje se le suma que el grupo de mayores de 65 años no cesa de crecer; los últimos datos recogen que en España hay 8.764.204 personas en este grupo de edad (el 18,8% de la población).
A raíz de estos resultados, en GARU Accesibilidad creemos que es muy importante considerar que estas personas también merecen poder disfrutar de sus vacaciones y estancias.
¿Qué es el turismo accesible a todos?
El turismo y el ocio son elementos básicos de la vida cotidiana de nuestra sociedad, aun así, muchas de las personas que forman parte de esta sociedad no pueden acceder a estos servicios en motivo de su condición física. Esto se debe a la falta de adaptación de infraestructuras y equipamiento.
Con el término “turismo accesible para todos”, hacemos referencia al acceso por parte de cualquier turista, sea cual sea su condición o edad, a servicios como la hostelería, la restauración…
Una oferta turística que en su diseño ha tenido en cuenta a los clientes con mayores dificultades, resultará un producto mejor para todos.
Características de accesibilidad de los restaurantes
Cabe destacar que cada Comunidad Autónoma regula las características que deben reunir los restaurantes y, por tanto, estos deben cumplir obligatoriamente con todos los requisitos exigidos en las correspondientes normativas, junto con sus Leyes de Accesibilidad.
Cuando hablamos de un modelo de accesibilidad, pensamos en unas características cargadas de funciones, pero la verdad es que la accesibilidad puede apoyarse en soluciones técnicas agradables desde el punto de vista estético.
Como bien dice nuestro lema “Comodidad, accesibilidad y felicidad” ante todo.
A continuación, os traemos algunas características para en tener en cuenta en el momento de adaptar un espacio.
¿Como debe ser el acceso al restaurante?
Para el acceso directo, entradas e itinerarios, deben cumplir unos parámetros concretos:
Escaleras y rampas
Debemos ser conscientes que incluso un escalón o desnivel puede suponer una barrera en el desplazamiento de una persona con movilidad reducida.
En el caso de las escaleras, la altura de los escalones (la contrahuella) debe estar comprendida entre los 14 y los 17 cm y la huella (donde se apoya el pie) será de 28 a 32 cm, para evitar enganches y tropiezos.
Además, el número máximo de escalones seguidos será de 12, preferiblemente 10, para permitir que una persona de movilidad reducida pueda hacer una pausa a mitad del recorrido.
Es igual de importante incluir pasamanos, preferentemente doble y a ambos lados, situados a una altura de entre 65 y 75 cm el más bajo y entre 95 y 105 cm el más alto, la distancia entre ambos será de 20 cm. Los pasamanos se prolongarán 30 cm en los extremos de la escalera.
Por otro lado, las pendientes variarán en función de la longitud de la rampa: para recorridos iguales o menores a 3 metros, la pendiente será inferior a 10%; para recorridos de 3 a 6 metros, pendiente inferior al 8% y para recorridos de 6 a 9 metros, la pendiente debe de ser igual o menor a 6%.
Finalmente, otra opción muy válida es un intermedio, es decir, las plataformas salva escaleras. Perfectas para dar autosuficiencia y autonomía a personas con movilidad reducida, permitiendo desplazarse a través de un tramo recto de escaleras.
Representa una solución cada vez más buscada por su fiabilidad, seguridad, su practicidad y por ocupar poco espacio.
Ascensores domésticos
Según nuestro criterio, los ascensores domésticos o homelift son la mejor solución en el momento de salvar un desnivel importante. En este caso, se deben tener en cuenta una serie de criterios para facilitar su uso.
Mobiliario
En el momento en el que la persona accede al espacio, debe tener una serie de facilidades para desplazarse por él. Lo que puede condicionar considerablemente este paso es la situación del mobiliario, como mesas, sillas…
De tal manera que la distancia mínima entre muebles sea de 80 cm, los pasillos tendrán 120 cm de anchura y existirá al menos un lugar en cada sala en el que pueda inscribirse una circunferencia de 150 cm de diámetro, para que una persona en silla de ruedas realice un giro de 360. Favoreciendo así también el movimiento del personal de servicio, como camareros, cocineros…
En conclusión, todo el mundo debería poder disfrutar por igual de su tiempo libre y ocio, ¡Eliminemos las barreras arquitectónicas!