Antes de empezar por su funcionamiento, queremos explicar qué es un elevador.
Un elevador no es más que un sistema de transporte vertical que ha sido diseñado para mover personas y/o bienes entre diferentes niveles.
En la actualidad los elevadores verticales son una de las principales soluciones que nos permiten suprimir barreras arquitectónicas, como pueden ser los desniveles, escaleras, gradas, etc.
El funcionamiento de este tipo de salvaescaleras es muy intuitivito y muy sencillo, lo que permite que cualquier persona pueda usarlo de una manera totalmente autónoma y segura.
Los elevadores de corto recorrido. Funcionan con un sistema de pulsación continua. Ello quiere decir que tendremos que mantener presionado el pulsador de subida o bajada hasta que el elevador finalice su trayecto, momento en el que se parará de manera automática.
Este tipo de elevadores están equipados también con un pulsador de paro de emergencia y con una llave para permite regular la puesta en marcha o paro del mismo.
Para la instalación de estos elevadores, hay que tener en cuenta varios requerimientos:
Todos ellos cuentan con numerosas medidas de seguridad, como son, por ejemplo, los dispositivos de anti aplastamiento y su instalación permite el uso simultáneo de la escalera como del elevador.
Es un producto ideal para instalar en todo tipo de entornos, como puedan ser viviendas particulares, edificios, establecimientos, locales de negocio, etc.
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