“El 69% de las personas con discapacidad tienen dificultades de acceso a actividades de ocio y culturales; el 58% para salir de casa; el 41% para acceder a un empleo; el 35% para acceder a edificios y el 34% para utilizar el transporte, según datos de la Encuesta de Integración Social y Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2012.”
Todo esto sucede hoy en día, aún y existir la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta ley está en vigor desde 2013, y aun no se han adaptado todas las medidas necesarias para cumplir la ley de accesibilidad universal.
Se han elaborado estadísticas sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud y en esta estadística se indica que hay en España un 9% de la población que padece algún tipo de discapacidad, algo más de 3,5 millones de personas.
Se entiende que la accesibilidad de las personas con discapacidad física y orgánica es un requerimiento básico para que haya igualdad de condiciones y llevar a cabo un proyecto de vida basado en la toma de decisiones sin necesitar a terceras personas.
Hay que recalcar que la ley de la accesibilidad universal no solo beneficia a las personas con discapacidad, un mundo accesible es un mundo para todas las personas.
Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE, indica que “lo que es importante y se requiere también es la colaboración e implicación ciudadana para poder denunciar las infracciones cada vez que se detecte falta de accesibilidad, ya sea en un producto, entorno, bien o servicio. En definitiva, queremos que se garanticen nuestros derechos, libertades, vida independiente y participación”.